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miércoles, 11 de julio de 2012

Rajoy, el IVA y los mineros



Rajoy, el IVA y los mineros son los trending topics de estos días. Todos los recortes y subidas de impuestos que en estos 8 meses de gobierno ha impuesto el Partido Popular abogando a su mayoría parlamentaria parecen no ser suficientes según sus defensores, y este miércoles el PP ha anunciado más medidas para sacar dinero a los ciudadanos, entre ellas la subida del IVA. El señor Rajoy y su comandante Soraya están haciendo todo aquello que ya hizo el PSOE y que tanto criticaron, pero a lo bestia. Y claro, ya están cabreando hasta a los neoliberales. En su defensa, hay que señalar que recientemente se nos ha sumado otro problema económico: pagar la deuda de las entidades financieras que han estado especulando a diestro y siniestro. Porque en este país, queridos amigos, los banqueros son ciudadanos de primera a los que debemos de ayudar y rescatar, y el resto de los mortales somos ciudadanos de segunda, a los que se persigue y desahucia, y a los que se exprime para arreglar los desvaríos de todos los incompetentes y ladrones que vagan a sus anchas y que, curiosamente, suelen ocupar los puestos dirigentes. Pues eso: tenemos más deuda y el dinero escasea en las arcas públicas, por eso nuestro querido Gobierno busca más recaudación. Pero se olvida, como se olvidó Zapatero, de lo más importante: no hay puestos de trabajo para todos. Si no hay trabajo, hay menos recaudación y mayor gasto por desempleo. Si no hacemos nada para subsanar esta situación y, por el contrario, desincentivamos el consumo, podéis imaginar que pasará.

Nada más ni nada menos que lo que está pasando: “guerra, guerra, guerra”. El sector minero ha sido el que más trabajo ha dado hasta ahora a los antidisturbios, y ahí los tienen ahora a todos concentrados en Madrid, dispuestos a defender a capa y espada su derecho al trabajo. Porque el Gobierno del PP quita pero no da, resta pero nunca suma. Sobre la viabilidad y pertinencia del mantenimiento del sector del carbón hay mucho que hablar. Mi posición es que se deben retirar esas subvenciones porque el carbón es una energía cara y muy contaminante. Pero si quitamos la actividad económica principal de una región de un día para otro y no ofrecemos o buscamos una alternativa al sector, estamos matando a la población. Y al fin y al cabo todos estos líos políticos se crean para vivir, para tener un bienestar social. Pero lo estamos perdiendo, y la gente es pacífica con la barriga llena, pero peligrosa cuando no tiene pan que llevarse a la boca.

Y ¿qué podemos hacer?, ¿qué futuro a largo plazo nos espera? Como dirían mis amigos italianos: buh. El futuro es un tiempo que nunca dominaremos. Pero si que quiero resaltar una cosa: podemos hacer mucho, muchísimo, que nadie os diga que no podemos hacer nada. Podemos hacer lo que queramos, lo que decidamos. Podemos cambiar nuestra vida, nuestros actos, nuestras decisiones, desde las más básicas a las más complejas, dar un giro ético, luchar por lo que creemos importante. No podemos prever el futuro, pero podemos ver y cambiar el presente. Lo preocupante de la España actual es que sus ciudadanos, además de estar perdiendo capacidad adquisitiva, estamos perdiendo democracia. Ahora las leyes nos vienen de fuera, de gente que no tenemos el derecho a votar, y ya no nos dejan elegir ni la salsa con la que queremos ser cocinados. Nuestros gobernantes, a los que sí hemos votamos, se han vendido. Esto no ha sido siempre así, no es así en todos los lugares, no tiene por qué ser así y desde luego no es ni justo ni ético ni beneficioso para nosotros que lo sea. Pero hay alternativas, incluso en la política. Afortunadamente se están creando nuevos partidos políticos en este país que buscan responder a nuestros problemas reales. En nuestras manos estará si queremos seguir arrastrándonos en la servidumbre y malvivir en silencio, votar a los mismos por miedo al fracaso (en el que por cierto, ya estamos sumergidos), o dar un giro real a nuestras vidas y a nuestra política.  



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